LA BESTIA INGLESA

El Británico celebrando su primera etapa

Chris Froome ha vuelto ha cerrar otro año grandioso, consiguiendo su tercer Tour, un bronce olímpico y un segundo puesto en la Vuelta.
Las temporadas avanzan pero el dominio del equipo Sky y del inglés perduran.

Se dice que no se habían puesto finales en alto al principio del Tour con el fin de que el británico no abriese grandes diferencias al inicio y así tener una carrera más emocionante para el público, pero aún así no lo consiguieron. Chris atacó en la bajada sorprendiendo a Nairo (su máximo rival) y con lo que consiguió el maillot amarillo, fue un descenso frenético, poco vistoso pero muy eficiente.
 
Su segundo zarpazo fue sorprendente, camino de Montpellier, el viento cruzado hizo acto de presenciay Froome no lo desaprovechó. Se escapó junto con Peter Sagan y Geraint Thomas para llegar a meta destacado con solo unos segundos. Un golpe más moral que eficiente de tiempo.

A pie por Mont Ventoux

Al día siguiente en el Mont Ventoux, el fuerte viento hizo 'bajar' la meta a mitad de puerto. La multitudinaria presencia de aficionados hizo un 'tapón' al paso de Froome con Porte y Mollema, esto provocó que una moto parase y los tres ciclistas fueron al suelo. A partir de esto se originó el caos. Froome con la bici rota y el coche de equipo lejos, se puso a correr sin bicicleta hacia la cima asta que el coche neutro le dejó una (la cual no estaba en condiciones óptimas de ser utilizada por cualquier corredor del equipo Sky). Acabó esperando por el coche de su equipo y llegando a la meta perdiendo mucho tiempo, al final la organización lo dejó el mismo tiempo que a Mollemá.
Esto fue un duro palo para la organización, la cual quedó en una situación ridícula e inaceptable al mismo tiempo.
La superioridad de Sky provocó que sus rivales se conformasen con un segundo puesto a pesar de la caída en la última etapa con final en alto.
Dos días después de esta caída Froome se proclamaba campeón del Tour de Francia 2016.

Froome radiante en los Campos Elisisos